martes, 17 de julio de 2007

10º Día de Final Fantasy XII

Ayer por la noche, después de casi dos semanas sin jugar muy en serio al Final Fantasy XII, avance algo en la historia.

Acabe con 2 jefes, el primero de los dos fu Tirano, este jefe no es especialmente difícil, ya que es débil al elemento Hielo.

No es recomendable usar la técnica de lanzarse escudo y hacer rebotar Hielo ++, ya que los hechizos de este jefe son muy dañinos, especialmente Gravedad + y espejo no nos protegerá, así que mejor equipad a vuestro personaje con nivel más alto con un Tridente y los otros dos personajes que se centren en lanzar hechizos tanto curativos como ofensivos.

Recordad lanzarle antimagia al inicio de la batalla, y de ir con todos los estados alterados positivos Prisa, Coraza, Bravura, Fe y que el personaje con el Tridente se lancé Señuelo.

El segundo jefe al que me he enfrentad es el Esper Shemhazai.

Evitad a toda costa el daño elemental, ya que las resistencias a los elementos son variables y cambian cada vez.

Centraros em los ataque fisicos y protejeros contra Mudez, ya que este Esper disfruta mucho con causando este estado alterado.

Por ultimo tened especial cuidado con sus ataques Shock y Fulgor.

Hoy he seguido con la caza de escorias que la tenia un poco abandonada, y he acabado con 2 de estas escorias.

La primera, Blaith, esta escoria es débil a hielo, así que lanzadle sin descaso Hielo++. Cuando su vida de esta escoria baje a la mitad se hará inmune a los hechizos, así que rematadla con golpes físicos. Esta escoria también le gusta alterar los estados de nuestros miembros, así que cuidado con esto, por lo demás, no es una gran escoria, acabareis rápidamente con ella.

La siguiente escoria a la que me he enfrentado ha sido Quelonis, podéis encontrar esta escoria en el palacio Subterráneo de Sochen.

Comenzad por lanzarle antimagia para eliminar coraza, escudo y bravura. Acto seguida lanzar Taxis hasta que la escoria caiga envenenada, una vez suceda esto, atacadle sin descanso lo más cerca posible para que no se cure. Esta escoria tampoco es especialmente difícil. Recordad empezar la batalla como siempre, con prisa, coraza…

Pues hasta aquí llego por hoy mañana más.

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